viernes, 27 de enero de 2012

Crítica: Los hombres que no amaban a las mujeres


Fui al cine a ver Los hombres que no amaban a las mujeres con una doble motivación: por un lado ver qué surgía nuevamente de la unión de esos dos genios que son David Fincher y Trent Reznor (soy fan, vale) tras la enorme La red social, y por otro conocer por fin la historia del primer capítulo de la trilogía de best-sellers sueca (la antítesis de las suecadas que grababan Jack Black y Mos Def en Rebobine, por favor), ya que me sentía raro (más de lo habitual, quicir) siendo una de las pocas personas de este planeta que ni se había leído el libro ni había visto la adaptación cinematográfica original. Se puede decir que iba "virgen" al cine (sólamente en ese sentido, aclaro), libre de prejuicios y ansioso por descubrir los misterios del mundo del dúo Salander-Blomkvist... y he de decir, muy a mi pesar, que salí de la sala muy decepcionado.

Repito, desconozco hasta qué punto Fincher le ha metido mano a la historia original, pero la trama es, siendo generosos, muy blandita. El misterio en torno al cual gira la acción es, valga la rebuznancia, de todo menos misterioso (SPOILER está claro desde el minuto 1 que Stellan Skarsgaard es el asesino, más que nada porque era el único sospechoso al que dan un mínimo de bola END SPOILER), la acción es insufriblemente lenta, los protagonistas tardan demasiado tiempo en encontrarse y el final es de todo menos climático con esos 10 minutos dedicados a una subtrama que poco o nada nos importa. Además, al final tenemos la típica confesión del villano antes de cargarse al protagonista, la típica persecución y la más típica aún explosión. Nada típico, valga la rebuznancia, del cine de un innovador como Fincher.

En la parte destacable diré que la película es técnicamente impecable, la fotografía es espectacular (bellísimos paisajes nevados) y la banda sonora, si bien en algunas escenas iniciales está de más, en general acompaña siendo lúgubre o machacona según la acción lo precise, como en los impresionantes títulos de crédito iniciales, marca de la casa Fincher, con esa versión industrial del Immigrant song de Led Zeppelin. Además, la pareja protagonista está bastante bien, con un sorprendente Daniel Craig (casi que era el contrapunto cómico en ocasiones) que no podía decir más tacos por minuto y con una espléndida Rooney Mara con un personaje al límite que es, a la vez, duro como la roca y frágil cual corderillo (la escena de la violación se merece un Oscar). Sin embargo, todas esas virtudes no son suficientes para quitarme la sensación de que he perdido dos horas y media de mi vida con un blockbuster del montón al cual han envuelto en un papel de regalo de primerísima calidad. Habías dejado el listón demasiado alto, David.


By Albret Hitman

2 comentarios:

  1. Mis comentarios, como te he dicho por el otro lado:

    - La peli es genial si no tenemos en cuenta que la historia en sí es una AUTÉNTICA MIERDA.

    - Estética, montaje, fotografía de 10. Tanto el sexo como las violaciones están 100 veces mejor que en la sueca. Es que es Fincher, coño.

    - De la BSO qué te voy a contar, querido xD

    - Un puntazo eso de poner a Enya en el momento de la tortura. Es como muy de "y además de apalearte y ahogarte, te voy a hacer escuchar a esta señora... y no sé qué va a ser peor".

    - La investigación a mí no se me hizo lenta (a pesar de saber quién era el maloso). Esas mierdas me encantan, lo de rebuscar en libros y ampliar fotos y tal. Creo que me viene por Blade runner o algo.

    - Gracias, ya de paso, por ponerme a Mara/Salander con los ojos a lo mapache en plan Pris. YEAH!

    - Craig durmiendo con el gato for the win!

    - Mara me ha vuelto bisexual.

    - Punto extra por el amiguito de la Salander con la camiseta NINchita.

    - El misterio, el asesino y su puta madre son parar tirar a la basura. Tengo el libro por ahí, muerto de asco de alguna compra compulsiva. No creo que me lo lea. Igual se lo dejo a los gatos para que jueguen con él.

    - Espero que Fincher no siga con el resto de la trilogía. Ya ha demostrado que puede hacer una versión mejor que los propios suecos. Pero ahora que lo deje, por diox, que la cosa degenera (la 2ª es más folletinesca todavía, y con la 3ª me dormí a la mitad, con eso te lo digo todo).

    - Agradecí mucho el humo en pantalla. No veía tanto desde "Buenas noches, y buena suerte". Y ya sabes que es uno de mis fetiches/placeres culpables.

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  2. Sí, se me olvidó comentarlo: la peli nos deja clara la diferencia entre el bien (el gordo con la camiseta de Nine Inch Nails) y el mal (Enya de fondo en la escena de la tortura) musical.

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